El primer trimestre de embarazo

25.01.2016 15:49

 Bien, después de un pequeño paréntesis en el post anterior  para hablar de nuestra relación con la gestante. Seguimos con nuestra historia. 

En el post anterior os contaba que por fin estábamos embarazados y la alegría llegaba por partida doble, esperábamos dos preciosos bebés con toda la ilusión del mundo. Poco a poco íbamos acariciando un sueño que habíamos imaginado millones de veces. Parecía que ahora sí las cosas iban a salir bien. Pero, no quiero adelantar acontecimientos.... 

 

El primer trimestre de embarazo, llevamos en secreto que por fin teníamos una buena noticia. No fue nada fácil el no contar aquello que tanta ilusión nos hacía. Pero decidimos que sólo trasladábamos la gran noticia a la familia más próxima y a un pequeño círculo de amigos más cercano y quizá también más implicado de manera directa en todo este proceso. La experiencia nos había enseñado que ahora debíamos contener nuestra emoción porque si por algo las cosas no salían bien, dar explicaciones de una triste noticia como había sucedido anteriormente hacía las cosas más complicada de lo que ya eran. Así que hasta que no pasaran las 12 semanas reglamentarias de más riesgo, debíamos ser cautos.

 

Debo decir, que ahora des de la perspectiva, sé que he vivido este embarazo con un poquito de angustia, aunque sabíamos que L.A., nuestra gestante los iba a cuidar muy bien, una misma no siente a sus bebés, así que cualquier noticia que llegaba en un momento se transformaba en preocupante o nos daba, mejor dicho, me daba que pensar. Además, las malas experiencias anteriores me hicieron privarme de mostrar la alegría que realmente sentía, tenía miedo de volver a equivocarme. Aunque el resultado lo sabéis, no fue así, todo salió perfecto.

 

Durante el primer trimestre, nuestra gestante se encontró cansada y con síntomas própios de las embarazada, mucho cansancio, náuseas,  mareos. Nada preocupante. Ahora bien, un viernes noche, nos llamó por Skype, estábamos a punto de cumplir la semana 12 y por primera vez nos llamaba para avisarnos que se iba a urgencia, estaba teniendo perdidas y estaba asustada. Podéis imaginar que en ese momento, aunque no sabíamos todovía que estaba sucediendo, la cabeza iba muy deprisa y por unas horas imaginamos los peor. Pero finalmente no sucedió nada, el médico confirmaba que todo estaba bien, el embarazo seguía su curso y este susto formaba parte simplemente de un pequeño coágulo de sangre que se había formado fuera de la bolsa y que no afectaba en absoluto a nuestros bebés. A partir de este momento, y ya sabiendo que todo estaba bien, L.A. se tomó fotografías de sus barriga, prácticamente de manera mensual, para que pudiéramos ver además de las ecografías, el crecimiento de su panza, que en semanas había sido extraordinario.

Os dejo en la fotogalería, una de las ecografías que se hicieron durante la semana 7 – 8 de embarazo. Esta fue la primera “foto que obtuvimos de nuestros bebés”, ENORME ILUSIÓN POR VERLES Y ACARICIARLES.